Buenos días, ya estoy de vuelta, hace unos días que llegé, y he estado aclimátandome a mi nueva situación, al calor que hace en Sevilla, a la vuelta al trabajo, y a la rutina de todos los días.
La estancia en tierras asturianas ha sido maravillosa, la temperatura ideal entre 20º a 24º por el día, apenas si nos ha llovido, y por la noches tapados hasta con mantas. Los paisajes impresionantes, tanto en la montaña, como en los prados, y en el mar con esos acantilados tan impresionantes (me impresiono mucho el mirador desde el que se ve la isla de Deva).
El campamento base lo teniámos en el Concejo de Pravia, y desde allí hemos recorrido un poco el occidente asturiano, tanto el interior como la costa, y realizando actividades diversas, desde un descenso en canoa por el río Nalón, pasear por el valle de Trubia con su senda del Oso, visitar el castro de Coaña, admirar los pueblos marineros de Cudillero, Luanco, Candás, Luarca, Navia, disfrutar por las calles de Gijón y Avilés, y siguiendo la recomendación de un gran amigo hacer una visita al pasado en Taramundi, con sus molinos, sus telares y sus forjas y sus museos etnográficos, una experiencia maravillosa.
Incluso he tenido tiempo de hacer una visita al parque de Cabárceno en Cantabria, muy espectacular, y que recomiendo tanto a mayores como a pequeños.
He conocido a gente estupenda, y desde aquí saludarlos, sobre todo a la familia que regenta el bar de Villavaler
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