
Estos invertebrados han ido convirtiendo en incómodos compañeros de baño en las playas españolas. El contacto accidental con la mayoría de estos cnidarios que habitan o llegan en enjambres a nuestras costas no reviste en general graves daños a los bañistas, sin embargo, sus picaduras pueden provocar serias reacciones en personas con salud debilitada o en niños. En los últimos veranos se dispararon las alarmas al avistarse ejemplares de las especies más peligrosas.
Los científicos creen que la sobrepesca está desfavoreciendo a los depredadores naturales de las medusas (túnidos y otras especies de peces y tortugas marinas), al igual que el aumento de temperatura del mar también puede aumentar la población de estos organismos.
El Plan Medusas del Ministerio de Medio Ambiente, este año se ha extendido a todo el litoral español y que cuenta con la colaboración del CSIC y del IEO, aunque la proliferación de medusas es un fenómeno todavía poco estudiado en España. (Más)
JOAN CARLES AMBROJO (El país)
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